BERTOLT BRECHT (ALEMANIA,1898-1956)

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RETRATOS DE BERTOLT BRECHT

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BERTOLT BRECHT

Poeta, director teatral y dramaturgo alemán, cuyo tratamiento original y distanciado de los temas sociales y de los experimentos revolucionarios ha influido enormemente en la creación y en la producción teatrales modernas. Brecht nació el 10 de febrero de 1898 en Augsburgo (Baviera), y se formó en las universidades de Munich y Berlín. En 1924, aparece como autor teatral en el Berlín Deutsches Theater, bajo la dirección de Max Reinhardt. Sus primeras obras muestran la influencia del expresionismo, el principal movimiento dramático de la época. En 1928, escribió un drama musical, La ópera de los dos centavos (conocida en algunos países como tres peniques o tres centavos), con el compositor alemán Kurt Weill. Este musical, basado en The Beggar’s Opera (1728) del dramaturgo inglés John Gay, era una cáustica sátira del capitalismo y se convirtió en el éxito teatral más importante de Brecht. Se estrenó en 1928 en Berlín. En 1924, había empezado Brecht a estudiar el marxismo, y, desde 1928 hasta la llegada de Hitler al poder, escribió y estrenó varios dramas didácticos musicales. La ópera Ascensión y caída de la ciudad de Mahagonny (1927-1929), también con música de Weill, volvía a criticar severamente el capitalismo. La preocupación por la justicia fue un tema fundamental en su obra. Durante este periodo inicial de su carrera, Brecht dirigía a los actores y empezó a desarrollar una teoría de técnica dramática conocida como teatro épico. Rechazando los métodos del teatro realista tradicional, prefería una forma narrativa más libre en la que usaba mecanismos de distanciamiento tales como los apartes y las máscaras para evitar que el espectador se identificara con los personajes de la escena. Brecht consideraba esta técnica de alienación, la -distanciación-, como esencial para el proceso de aprendizaje del público, dado que eso reducía su respuesta emocional y, por el contrario, le obligaba a pensar. Ejemplos, que incluía las obras La toma de medidasLa excepción y la reglaEl que dice sí y el que dice no, es la expresión más radical del propósito socialista de Brecht.

A causa de su oposición al gobierno de Hitler, Brecht se vio forzado a huir de Alemania en 1933, viviendo primero en Escandinavia y estableciéndose finalmente en California en 1941. Fue durante esos años de exilio cuando produjo algunas de sus mejores obras, como La vida de Galileo Galilei (1938-1939), Madre Coraje y sus hijos (1941), que consolidaron su reputación como importante dramaturgo, y El círculo de tiza caucasiano (1944-1945). Brecht se consideraba a sí mismo un hombre de teatro que se había liberado de las tendencias del teatro expresionista para experimentar con nuevas formas. Quería mostrar que ese cambio no sólo era posible sino que era necesario. Su versátil empleo de la lengua y de las formas poéticas -lenguaje clásico mezclado con el habla del hombre de la calle, versos libres e irregulares- lo dirigió a sacudir la conciencia del público y a llevarlo de una pasividad acrítica a la reflexión y, esperanzadamente, a la acción. En 1948, Brecht volvió a Alemania, se estableció en Berlín Este y fundó su propia compañía teatral, el Berliner Ensemble. Fue una figura controvertida en la Europa del Este, ya que su pesimismo moral chocaba con el ideal soviético del socialismo realista. A lo largo de su vida escribió también varias colecciones de poemas, que, con sus obras de teatro, lo sitúan entre los más grandes autores alemanes. Murió el 14 de agosto de 1956 en Berlín.

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Statue of Brecht outside the Berliner Ensemble’s theatre in Berlin. (Photo credit: Wikipedia)

Statue of Brecht outside the Berliner Ensemble’s theatre in Berlin. (Photo credit: Wikipedia)

 

FUENTE: http://www.epdlp.com

 

ALGUNAS OBRAS RESUMIDAS:

A los hombres futuros, de Poesías escritas durante el exilio

“ I
Verdaderamente, vivo en tiempos sombríos.
Es insensata la palabra ingenua. Una frente lisa
revela insensibilidad. El que ríe
es que no ha oído aún la noticia terrible,
aún no le ha llegado.

¡Qué tiempos éstos en que
hablar sobre árboles es casi un crimen
porque supone callar sobre tantas alevosías!
Ese hombre que va tranquilamente por la calle
¿lo encontrarán sus amigos
cuando lo necesiten?

Es cierto que aún me gano la vida
Pero, creedme. es pura casualidad. Nada
de lo que hago me da derecho a hartarme.
Por casualidad me he librado. (Si mi suerte acabara,
[estaría perdido).
Me dicen: «¡Come y bebe! ¡Goza de lo que tienes!»
Pero ¿cómo puedo comer y beber
si al hambriento le quito lo que como
y mi vaso de agua le hace falta al sediento?
Y, sin embargo, como y bebo.

Me gustaría ser sabio también.
Los viejos libros explican la sabiduría:
apartarse de las luchas del mundo y transcurrir
sin inquietudes nuestro breve tiempo.
Librarse de la violencia.
dar bien por mal,
no satisfacer los deseos y hasta
olvidarlos: tal es la sabiduría.
Pero yo no puedo hacer nada de esto:
verdaderamente, vivo en tiempos sombríos.

II

Llegué a las ciudades en tiempos del desorden,
cuando el hambre reinaba.
Me mezclé entre los hombres en tiempos de rebeldía
y me rebelé con ellos.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.
Mi pan lo comí entre batalla y batalla.
Entre los asesinos dormí.
Hice el amor sin prestarle atención
y contemplé la naturaleza con impaciencia.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.

En mis tiempos, las calles desembocaban en pantanos.
La palabra me traicionaba al verdugo.
Poco podía yo. Y los poderosos
se sentían más tranquilos, sin mí. Lo sabía.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.

Escasas eran las fuerzas. La meta
estaba muy lejos aún.
Ya se podía ver claramente, aunque para mí
fuera casi inalcanzable.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.

III

Vosotros, que surgiréis del marasmo
en el que nosotros nos hemos hundido,
cuando habléis de nuestras debilidades,
pensad también en los tiempos sombríos
de los que os habéis escapado.

Cambiábamos de país como de zapatos
a través de las guerras de clases, y nos desesperábamos
donde sólo había injusticia y nadie se alzaba contra ella.
Y, sin embargo, sabíamos
que también el odio contra la bajeza
desfigura la cara.
También la ira contra la injusticia
pone ronca la voz. Desgraciadamente, nosotros,
que queríamos preparar el camino para la amabilidad
no pudimos ser amables.
Pero vosotros, cuando lleguen los tiempos
en que el hombre sea amigo del hombre,
pensad en nosotros
con indulgencia. 
»

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Logo for a course «Bertolt Brecht» (Photo credit: Wikipedia)

Logo for a course “Bertolt Brecht” (Photo credit: Wikipedia)

Historias del señor Keuner (fragmento)

“ El señor K. contemplaba un día una pintura que representaba ciertos objetos bastante caprichosamente.
-A algunos pintores -dijo- les ocurre lo mismo que a muchos filósofos cuando contemplan el mundo. Tanto se preocupan por la forma que se olvidan de la sustancia. En cierta ocasión, un jardinero con el que trabajaba me dió una podadora con el encargo de que recortase un arbusto de laurel. El arbusto estaba plantado en un macetón y se empleaba en las fiestas como elemento decorativo. Había que darle forma esférica. Comencé por podar las ramas más largas, mas por mucho que me esforzaba en darle la forma apetecida, no conseguía ni siquiera aproximarme. Una vez me excedía en los cortes por un lado; otra vez, por el lado opuesto. Cuando por fin obtuve una esfera, resultó demasiado pequeña. El jardinero me comentó decepcionado: “Muy bien, la esfera ya la veo, pero ¿dónde está el laurel?”.
(…)
El señor K. no consideraba necesario vivir en un país determinado. Decía:
-En cualquier parte puedo morirme de hambre.
Pero un día en que pasaba por una ciudad ocupada por el enemigo del país en que vivía, se topó con un oficial del enemigo, que le obligó a bajar de la acera. Tras hacer lo que se le ordenaba, el señor K. se dio cuenta de que estaba furioso con aquel hombre, y no sólo con aquel hombre, sino que lo estaba mucho más con el país al que pertenecía aquel hombre, hasta el punto que deseaba que un terremoto lo borrase de las superficie de la tierra. “¿Por qué razón -se preguntó el señor K.- me convertí por un instante en un nacionalista? Porque me topé con un nacionalista. Por eso es preciso extirpar la estupidez, pues vuelve estúpidos a quienes se cruzan con ella. 

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english: Bertolt Brecht memorial at Bertolt—Brecht—Platz in Berlin, in front of «Theater am Schffbauer Damm»/»Berliner Ensemble» german: Bertolt Brecht Denkmal auf dem Bertolt—Brecht—Platz in Berlin, vor dem «Theater am Schiffbauer Damm»/»Berliner Ensemble» (Photo credit: Wikipedia)

english: Bertolt Brecht memorial at Bertolt—Brecht—Platz in Berlin, in front of “Theater am Schffbauer Damm”/”Berliner Ensemble” german: Bertolt Brecht Denkmal auf dem Bertolt—Brecht—Platz in Berlin, vor dem “Theater am Schiffbauer Damm”/”Berliner Ensemble” (Photo credit: Wikipedia)

La ópera de dos centavos (fragmento)

“ MACHEATH. — Aunque la vida con sus oleadas tempestuosas nos haya empujado —a nosotros, viejos amigos de juventud— en direcciones totalmente opuestas; aunque nuestros intereses profesionales sean del todo distintos, y hasta podría decirse que están perfectamente contrastados, nuestra amistad ha sobrevivido a todo. ¡Miren y aprendan! Castor y Pólux, Héctor y Andrómaca, etcétera, etcétera. Muy rara vez ha sucedido que yo, humilde bandido (ya saben lo que quiero decir), haya dado un golpecito sin hacerle llegar a él, a mi amigo, una parte de las ganancias —¡una parte considerable, Brown!—en calidad de ofrenda y testimonio de mi inmutable fidelidad. Y muy rara vez ha sucedido —sácate el cuchillo de la boca, Jacobo— que él, el omnipotente jefe de policía, haya dispuesto una batida sin antes hacerme llegar a mí, a su amigo de juventud, un disimulado aviso. Esto y cosas parecidas siempre han sido recíprocas. ¡Miren y aprendan! (Toma a Brown del brazo.) Bueno, viejo Jackie, estoy encantado de que hayas venido: ha sido una gran prueba de amistad.
Pausa. Brown observa con aire apenado un tapiz colgado en el fondo.
MACHEATH. — Un Shira legítimo.
BROWN. — De la Compañía Oriental de Tapices.
MACHEATH. — Sí, allí nos servimos siempre. Sabes, Jackie, tenía verdadera necesidad de que hoy vinieses; espero que no te haya resultado demasiado violento, considerando tu situación.
BROWN. — Mac, sabes perfectamente que a ti nada puedo negarte… Pero ahora debo irme, estoy preocupadísimo: si durante la coronación de la reina ocurriese el más mínimo incidente…
MACHEATH. — Escucha, Jackie: mi suegro es un viejo asqueroso. Si tratase de meterme en líos, ¿hay algo contra mí en Scotland Yard?
BROWN. — En Scotland Yard no hay absolutamente nada contra ti.
MACHEATH. — Naturalmente.
BROWN. — Ya lo he arreglado todo. Buenas noches.
MACHEATH. (Dirigiéndose a los componentes de su banda). ¿Quieren levantarse o no?
BROWN (a Polly). — ¡Muchas felicidades! (Sale acompañado por Mac.)
JACOBO (que, entretanto, junto con Matías y Walter, ha conversado con Polly).— Debo confesar que, cuando oí que llegaba Brown, el Tigre, no pude reprimir ciertos temores.
MATÍAS. — Es una suerte, señora, que estemos en buenas relaciones con las altas autoridades.
WALTER. — Sí, Mac siempre tiene una carta en reserva que nosotros ni siquiera suponemos que existe. Pero también nosotros tenemos algo en reserva. Señores, son las nueve y media.
MATÍAS. — Y ahora viene lo más hermoso.
Todos se dirigen hacia el fondo, a la izquierda, y se ubican detrás del tapiz. Entra Mac.
MACHEATH.— Bueno, ¿qué hay?
MATÍAS. — Una última sorpresa, capitán. Detrás de la cortina los bandidos vuelven a cantar la canción de Bill Lawgen, pero esta vez en voz baja y con expresión sentimental. A las palabras de “el nombre preguntó”, Matías arranca el tapiz y todos prosiguen cantando, rugiendo y dando palmadas sobre una cama que estaba allí oculta.
MACHEATH. — Gracias, camaradas; les agradezco de todo corazón.
WALTER. — Y ahora nos esfumamos sin hacer ruido.
Todos los componentes de la banda hacen mutis.
MACHEATH. — Y ahora los sentimientos deben tener su parte. De lo contrario, el hombre se convierte en un esclavo de su profesión. ¡Siéntate, Polly! (Música.) ¿Ves la luna sobre Soho?
POLLY. — La veo, amor. ¿Sientes latir mi corazón, querido?
MACHEATH. — Lo siento, amada.
POLLY. — Donde tú vayas, también yo iré.
MACHEATH. — Y donde tú te quedes, también yo me quedaré. 

Poster for the Riverside Shakespeare Company's...
Poster for the Riverside Shakespeare Company’s production of Edward II. New York, 1982. (Photo credit: Wikipedia)

Poster for the Riverside Shakespeare Company’s production of Edward II. New York, 1982. (Photo credit: Wikipedia)

Salmo 5, de Desde el Acuario

“ He apurado la copia hasta el fondo. Es decir, he sido seducido.
Era un niño, y me amaron.
El mundo se desesperaba, pues yo me mantenía puro. Ella
se revolcó por el suelo ante mí, con miembros tiernos
y atrayente trasero. Me mantuve firme.
Para calmarla, cuando se excitó demasiado, yací con ella
y me volví impuro.
El pecado me satisfizo. La filosofía me ayudaba al amanecer,
cuando velaba. Me convertí en lo que querían.
Miré largo tiempo hacia arriba y pensé que el cielo estaba
triste sobre mí. Pero veía que le era indiferente.
Él se amaba a sí mismo.
Ahora hace tiempo que me ahogué. Yazgo hinchado sobre
el fondo.
Los peces viven dentro de mí. El mar se está agotando. 

Brecht House
Brecht House (Photo credit: Wikipedia)

Brecht House (Photo credit: Wikipedia)

Satisfacciones

“ La primera mirada por la ventana al despertarse
el viejo libro vuelto a encontrar
los rostros entusiasmados
nieve, el cambio de las estaciones
el periódico, un perro, la dialéctica
bañarse, nadar, música antigua
zapatos cómodos, comprender, música nueva
Escribir, plantar, viajar, cantar y ser amable. 

English: Book cover of Bertolt Brecht "Le...English: Book cover of Bertolt Brecht “Leben des Galilei” (Photo credit: Wikipedia)

 

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